El Bounce Rate (tasa de rebote) nos dice el porcentaje de usuarios que llegan a una página y se van sin hacer nada. Es decir, entran y cierran sin interactuar.

La tasa de rebote es un indicador brutal de si tu contenido, tu diseño o tu propuesta están alineados con lo que espera el usuario al entrar en tu sitio web.

Google Analytics (y otras herramientas de analítica) lo calculan como:

Tasa de Rebote = (Sesiones de una sola página / Sesiones totales) x 100

¿Por qué es importante calcular la Tasa de Rebote?

Una tasa de rebote alta puede significar varias cosas:

  • No estás atrayendo al tráfico correcto.

  • Tu página carga lenta o falla en móvil.

  • El contenido no responde a la intención de búsqueda.

Ojo, una tasa de rebote alto no siempre es negativo.

Por ejemplo, en un blog, un usuario puede entrar, leer un artículo completo y salir satisfecho sin necesidad de hacer clic en otra página del sitio web. Por eso, es importante interpretar esta métrica según el tipo de página y el objetivo de negocio.

¿Qué se considera una buena Tasa de Rebote?

Aunque cada sector y tipo de página es distinto, como guía podríamos decir que:

  • En e-commerce: entorno al 20% – 40%

  • En landing Pages: sobre un 40% – 60%

  • Para blogs/Medios: 65% – 90%

  • En sitios web B2B: 30% – 55%

Como consejo: lo importante no es tanto compararse con otros, sino mejorar poco a poco tu propia tasa histórica.

Principales causas de un Bounce Rate alto

  • Velocidad de carga lenta.
  • Mala adaptación a móvil.
  • Contenido que no coincide con lo prometido en el anuncio o snippet.
  • Pop-ups demasiado intrusivos o exceso de publicidad.
  • Diseño confuso o navegación complicada o poco intuitiva.

Cómo reducir la tasa de rebote

  • Optimizar la velocidad de carga de la web (Core Web Vitals).

  • Alinear el contenido con la intención de búsqueda del usuario.

  • Usar CTAs claros que ayuden al usuario a ir hacia la siguiente acción.

  • Incluir enlaces internos relevantes dentro del contenido.

  • Mejorar la lectura: párrafos cortos, subtítulos, imágenes, listas o tablas, etc.

  • Evitar distracciones con un diseño limpio y bien ordenado.

Ejemplo práctico de cómo reducir la tasa de rebote

Un ecommerce detecta que una de sus páginas de producto tiene un 70% de tasa de rebote en móvil.

Tras analizar, descubre que las imágenes tardan en cargar y el botón “Comprar” está oculto en la parte inferior.

Solución: optimizar imágenes, subir el CTA above the fold y añadir reseñas visibles → el rebote cae al 40% y las conversiones suben un 15%.

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