Un Heatmap (o mapa de calor) es básicamente un espejo: te enseña en qué parte de tu web tus usuarios hacen clic, hasta dónde hacen scroll y qué zonas ignoran.

Los colores cálidos (rojos, naranjas) representan las zonas de mayor atención.

Mientras que los colores fríos (azules, verdes) muestran las zonas de más indiferencia.

¿Por qué son útiles los mapas de calor?

Porque convierten números en insights visuales. Puedes tener un CTR bajo o un tiempo en página elevado, pero un heatmap te enseña dónde se pierde la atención o qué elementos generan confusión.
Con esa información puedes:

  • Optimizar la ubicación de CTAs.

  • Rediseñar páginas para mejorar la conversión.

  • Descubrir si un contenido realmente se lee o no.

  • Identificar distracciones (ej. banners o menús que alejan al usuario del objetivo).

Tipos de Heatmaps

No todos los mapas de calor muestran lo mismo. Los principales son:

  • Heatmaps de clics: ves qué botones o enlaces atraen más la atención (y si los clics se pierden en sitios donde no deberían). 

  • Heatmaps de scroll: muestran hasta qué punto de la página la gente se desplaza. Muy útiles en landings largas. Si tu CTA está enterrado al 70%, ya sabes por qué no conviertes.

  • Heatmaps de movimiento del ratón: siguen el recorrido del cursor como indicador de atención. Es una aproximación de por dónde “miran”.

  • Eye-tracking heatmaps: menos comunes, pero potentes: miden dónde miran los ojos de los usuarios en tests controlados.

Estrategias para aprovechar los Heatmaps

  • Coloca tus CTAs principales en las zonas más calientes.

  • Analiza si el contenido clave queda por debajo del scroll y muévelo arriba si es necesario.

  • Simplifica menús y elimina elementos que reciban clics innecesarios.

  • Cruza datos. No te quedes solo con los colores, combina con métricas de conversión.

  • Repite el análisis después de cada rediseño: lo que funcionaba antes puede dejar de hacerlo.

Errores habituales al utilizar Mapas de Calor

  • Analizar 200 visitas y sacar conclusiones. Necesitas volumen.
  • Creer que un heatmap es la solución mágica → no lo es si no actúas después.
  • Olvidar el móvil: la mayoría de usuarios llegan desde ahí y su comportamiento no es igual que en desktop.
  • Mirar los colores y no entender el contexto.

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