Gamificación

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La gamificación es uno de los conceptos emergentes de los que más se habla en el ámbito 2.0 en los últimos tiempos.

Muchas empresas pequeñas, en especial aquellas con un enfoque startup son grandes promotoras de la también conocida como ludificación.

La aplicación de estrategias de gamificación en entornos laborales se centra en conseguir que el personal rinda más y se sienta más motivado.

Este tipo de técnica  es una de las que mejor funciona dentro de grandes organizaciones y otro tipo de entidades.

La proliferación de las técnicas de ludificación en el campo laboral deja patente las ventajas que supone su implementación en entornos de trabajo.

No obstante, para entender mejor la relevancia de esta disciplina, a continuación definiremos el concepto «gamificación» y expondremos dos ejemplos ficticios de su aplicación en escenarios diferentes.

¿Qué Significa Gamificación?

Este concepto parte de la siguiente idea: “como mejor se aprende es jugando”.

La gamificación se basa en la incorporación de elementos de “juego” o “competición a través del juego” en entornos no lúdicos, como es el caso de empresas y organizaciones con el objetivo de favorecer la motivación e implicación de los trabajadores. 

De este modo, incorporamos elementos asociados con el ocio o la diversión en áreas que normalmente nuestro cerebro tiene asociadas como “zonas serias”.

El resultado de la aplicación de las técnicas de gamificación en empresas es un mayor interés y motivación de los profesionales que participan en ellas.

Ejemplos de Gamificación en Empresas con Dos Escenarios Diferentes

Imaginemos dos escenarios. El escenario A y el escenario B.

En ambos disponemos de dos equipos de trabajadores que persiguen un objetivo común: Conseguir el mayor número de ventas de un determinado servicio en el periodo de un mes.

Escenario A

Los trabajadores de la empresa se encuentran en un despacho donde permanecen sentados y en silencio durante las 8 horas de la jornada.

Su objetivo central es vender por teléfono el principal servicio de la empresa y para ello no hacen otra tarea que “trabajar”.

Escenario B 

La compañía incorpora un sistema de gamificación en el entorno laboral y los trabajadores tiene que competir en términos de ventas a la persona que tienen sentada justo en frente de su mesa.

A su vez, existe un organigrama colocado sobre una pizarra que varía en tiempo real a medida que un trabajador supera a otro en términos de ventas.

Aquel que llegue a la parte más alta del organigrama, recibirá un incentivo laboral concreto antes de comenzar el juego.

La resultado final certifica que los trabajadores del escenario B ofrecen un rendimiento mayor al de los empleados del escenario A.